16 de diciembre de 2009

Golondrina

Y así con lo puesto, saco en mano, bajo la excusa de falsos fuegos artificiales, las dos salieron tras su vicio cada una, pero la bebida y el tabaco son cosas dificiles de encontrar a estas horas de la madrugada, siguieron caminando hasta el centro del pueblo engañandose con cada promesa de bar y caminando cada vez mas, pero ¿que importa ahora? verdaderamente eran atraidas por un vicio aún mayor, la huida, el no enfrentar las cosas, es una aficion poco valorada hoy en dia.

El tren se detubo en la estacion y volvio a arrancar, como lo hizo con las siguientes tres estaciones, y con todas las que faltaban hasta la terminal. Sin mas rieles las dos se encontraron sin padre y sin marido hechadas a su propia suerte. Entrada la mañana emprendio la vuelta una de ellas, sin ganas de seguir corriendo de los fantasmas, mas que resignando, aceptandolo. La otra se quedó y luego siguió, mas mucho mas, cruzando el mar y lejos de la costa. Alli se quedó el resto de sus primaveras hasta ese día en que se vio de nuevo en el espejo y se vio tan vieja y cansada como la otra. Así con lo puesto, saco en mano, bajo la lluvia pero sin mojarse deshiso todo lo hecho y volvio caminando entre los años hasta la noche que se vio partir.

- Ma?

-Qué haces? no salías?

- Nah, hoy no

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