1 de noviembre de 2011

insomnio

Estaba oscuro, muy oscuro, como siempre. Y el silencio, el silencio era su ausencia preferida. Le encantaba girar la perilla y oir a todo volumen sus satánicos discos vacios, mudos todos. Ideas recurrentes que no se callan, no se si ya las dije, si ya las use, por eso las estoy obviando, pero siempre se quedan conmigo, no medejan pensar. Escribo encorvado como un psicopata pero es la unica forma de que no me acusen, me acosan, siempre. Es reconfortante, por otro lado, saber que estaran siempre. Son mas constantes que lo que fuiste vos, o cualquiera. Que mi madre, que mis perros, que vos mas.
Levantó la mirada del papel y se dirigió a su paciente preferido. Dirigió. Es un decir, nunca lo mira cuando le habla, a ninguno de sus pacientes, es una buena forma de mantenerlos locos, lo suficiente como para que se vuelvan dependientes. Preferido. Tambien es un decir.
Como te sientes hoy Connor?
Connor temblaba, él no parecia notarlo, sonreía, se frotaba las manos nerviosamente y sonreía, sonreía mucho.
Doctor. Son todos gatos. Los veo a todos como a gatos. Ud. Ud es un gato, color champagne se lo juro no puedo dejar de verlo de esa manera. Y hoy, cuando me lavaba la cara, por un minuto, por un segundo pensé que lo que había en el espejo era un gato tambien, crei que, que empezaba a verme como gato tambien, a mi mismo doctor, estoy perdiendo la nocion de quien soy.
Muy bien Connor, estamos avanzando, que tengas una buena semana Connor.
Gracias Doctor. Hasta luego Doctor.
La secretaria hizo pasar al proximo paciente del Doctor.
Un gato blanco entró en el consultorio y miró al Doctor, de pelaje rojizo, abundante y suave.
El Doctor se dirigió al gato blanco.
Como estuvo tu semana... ojeó la ficha... Chris?
El gato blanco comenzó a hablar.
Dirigió. Es un decir.