Hoy me despierto con una destino tan incierto como inmediato.
Días como hoy mi mente se confina en alguna parte de mi cabeza encerrándose a contar historias de amor y de ultratumba, todo se puebla de gentes y alteregos que acaban por dominar y dejarme a su merced mientras mi cuerpo vaga sin sentido ni coordinación. No tengo otra opción que escuchar y dejarme llevar hasta perder la noción de lo que es real. Son días perfectos para la literatura pero nadie lo entiende, nadie nunca lo ha hecho, lo que forma parte del encanto que poseen esos días de letargo autoinducido
jajaja, me parece que los 55 añitos se adelantaron. que buena frase esa ;)
ResponderEliminarte quiero tarada :)