31 de agosto de 2011

Unos pasos le crujieron a las espaldas y le levantaron la vista del libro que hacía horas la ataba, no sentirse sola en la vereda que tanto la hubo estado observando la incomodó. Había sido una hoja, un poco de viento, pero ya no era lo mismo. Se fué, pero solo era conciente de haberse ido del lugar donde leía, de la vereda, a media cuadra de una calle y a media cuadra de la otra. Las personas hablan y no dicen nada, ayudame a decirte lo que pienso. Eran tantas cosas la que le rebotaban dentro de la cabeza que solo podía escuchar eso, es un lindo dia no es verdad? las personas hablan y no dicen nada. Que odioso le era que la interrumpieran, que incomodo le resultaba escuchar, que imposible le parecía hablar.



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